A pesar de la información cruzada y los debates, todavía no existen certezas sobre la vuelta a las clases presenciales en nuestro país. Sin embargo debemos estar preparados y tener en cuenta tanto los protocolos como así también la atención de las conductas de nuestros niños.
Nuestros hijos pueden demostrar ansiedad, miedo y nerviosismo; todas conductas comprensibles a causa del largo confinamiento que vivenciaron el año anterior. Debido a la situación cambiante, tanto docentes como padres, tendrán que ser flexibles y estar dispuestas a adaptarse para garantizar la seguridad de todos.
El retorno a las aulas probablemente será muy distinto a lo que estuvimos acostumbrados antes de la pandemia. Existe la posibilidad de que muchas escuelas quizás no abran en tiempo completo o para todos los grados, puede que se apliquen modelos de “aprendizaje mixto”, una combinación de enseñanza impartida en las aulas y educación a distancia, este último modelo es como se trabajó el año anterior.
Los estudiantes de todo el mundo han demostrado que a pesar de estar en cuarentena, continuaron aprendiendo. Han persistido estudiando sus lecciones bajo circunstancias difíciles, con la ayuda de sus maestros y progenitores. Pero muchos ahora van a necesitar un apoyo extra para ponerse al día en su aprendizaje cuando reabran las escuelas. Las entidades educativas están haciendo planes para recuperar lecciones con el fin de ayudar a los estudiantes a actualizarse con los saberes que requiere cada grado en particular.
Es importante como padres y maestros, anticiparse al hecho de que los chicos pueden enfrentarse con el estrés que supone la vuelta a la educación presencial. Establecer un ambiente propicio y estimulante y reaccionar de forma positiva a sus preguntas y al modo de expresar sus sentimientos, éstas son premisas claves para un mejor regreso a clases. Mostrarles respaldo y explícales que es normal, que en momentos como este se sientan frustrados o inquietos.
Teniendo en cuenta todas las situaciones atípicas que vivimos y continuaremos experimentando, lograremos sobrellevarlas siendo empáticos, tolerantes y pacientes con nuestros niños.